Con el permiso de todos vosotros,
nuestros queridos lectores y seguidores, hoy quiero hablaros de nosotros mismos
y lo hago porque hoy es un día un tanto especial.
Hoy es el cumpleaños de una
amiga, de mi socia y de la mitad de este blog que estás leyendo. Hoy es el
cumpleaños de Palmira Blanco, una de esas personas con la que tuve la suerte de
coincidir ya hace un tiempo y a la que me une un vínculo especial en muchos
sentidos. Hoy quería expresarle mis deseos de cumpleaños a través de estas
palabras, vínculo común también de este proyecto que nos une.
“Estoy seguro que a lo largo del
día recibirás un buen puñado de felicitaciones; unas a través de las redes
sociales, otras de forma personal; unas totalmente cordiales, otras un tanto
especiales. Estoy seguro que recibirás detalles, regalos, algún abrazo sincero
y muchas muestras de cariño porque así te lo mereces y porque te sabes hacer un
hueco entre las personas que te queremos y te tenemos afecto.
Mis felicitaciones a pesar de la
distancia quiero que las sientas bien cerca, de este tipo de felicitaciones que
pasan por el apoyo de una mano en el hombro cuando se necesita, por un abrazo
sincero de esos en los que las palabras sobran, una agitación traviesa en el
pelo y una sonrisa de la que pierdes el mundo de vista. Unas felicitaciones
acompañadas por un brindis con unas cervezas bien frías, una charla sin
prisas, un conversación para salvar el mundo y una buena dosis de “pamplinas”
que nos hagan detener el tiempo a no ser por el sobresalto de esa alarma que
nos avisa que podemos dejar escapar el tren sin miedo a perderlo…”
Esas felicitaciones que tanto tú
como yo sabemos saborear y, con el permiso de nuestros lectores, hoy nos
merecemos situarnos en ese lugar estratégico entre el cielo y la tierra.
Muchas
felicidades, con cariño...
Juan
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