miércoles, 30 de marzo de 2016

LO ESTAMOS HACIENDO POR TU BIEN





¿Os han soltado alguna vez esta frase? Cuando eres pequeña y te lo dicen tus padres no terminas de entenderlo, imagínate cuando lo hacen ya pasando la treintena.

Lo estamos haciendo por tu bien… perdona? De qué bien estamos hablando? De ese que se decide sin contar con tu opinión, ese bien que se define en torno a la valoración ajena? Ese bien que te resulta más cómodo a ti de lo que lo será alguna vez para mí?

Porque ahí está clave, en la comodidad. En que yo decido desde mi posición y mi bienestar, que es lo mejor para ti, porque además estoy seguro de ello. Que miedo dan esas seguridades sobre las vidas ajenas, y que mal intencionadas resultan la mayoría de las veces…

Y eso es lo que ocurre en los últimos meses en nuestro entorno cercano y lejano. Resulta de lo más curioso cómo los políticos se lanzan a repetir frases del tipo “los españoles necesitan…” “mis votantes lo que quieren…” “los demócratas desean…” Y digo yo, desde mi particular lugar en el mundo, cuando voté lo que quería es que ganase el partido al que votaba, no que hiciera y deshiciera, llamara o pactara a su antojo respaldándose en mi voto.

Y si miramos hacia las fronteras… qué difícil es mirar hacia ese lado de la valla, del muro, de las rejas… impedimentos para continuar hay muchos, elijan el que quieran. “El problema habría que atajarlo en su país de origen…” “acogerlos aquí no es la solución…” Pero ojo! todo por su bien.

Y mientras pagamos a carceleros para que retengan los deseos de vivir de miles de personas, nos rasgamos las vestiduras ante las muertes europeas. Y si ya analizamos la importancia de una vida frente a otra, pues cierra que por hoy hemos acabado.

Pues todas esas cosas que se hacen por tu bien y por el del otro, y pensando en lo que quieres y necesitas, suelen ser excusas de personas llenas de nada para apropiarse de todo, hasta de tu decisión.

Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, si alguna vez no has decidido por otro por su bien, sin ni siquiera pedirle opinión. Estamos llenos de indecisiones, de errores y meteduras de pata, pero todas ellas te ayudan a reorientar el camino. No nos quitemos la oportunidad de equivocarnos, ni le robemos al otro la capacidad de decidir qué es lo mejor, aunque resulte ser un desastre.

No permitas que tu caminar entre el cielo y la tierra se llene de disposiciones ajenas.

martes, 15 de marzo de 2016

REALIDAD DESDIBUJADA







Bailaba el alma mía con ninfas desdibujadas cerca de un mar de plata que abandonaba a jirones su antigua brillantez. La diosa Inspiración se presentaba macabra para arrebatar los dulces sueños que todos desamos tener alguna vez y los temblores de conciencia nos despertaban en el silencio imposible de la noche.
A veces la vida no se corresponde con la realidad y pretendemos vivir en un palacio de cristal tan frágil que se desmorona con la fuerza débil de un simple suspiro. Mientras tanto, otros siguen intenando vendernos hechos y datos, buscando su propio interés, y creando una efímera realidad. Nosotros, aturdidos, cerramos tantas veces los ojos como si así pudieramos cerrar nuestra mente, ese motor de nuestras acciones que seguimos insistiendo en desvincular de los latidos de nuestro corazón.
Y la realidad se despertó en llantos entre fronteras, con sones de hinmos absurdos abanderados de colores sin patria; en rostros desdibujados como mis compañeras de baile; en inocentes criaturas que no saben adónde ir.
Y la realidad recorrió desiertos de basura de desarrollados paises; respiró gases de tóxicos perfumes; anduvo en bosques helados de naturaleza y nadó entre mares y océanos contaminados de cuerpos putrefactos.
Y la realidad punzó miradas, descalzó pies, quebrantó anhelos, arrancó gritos desesperanzados, formó miserables ejércitos e hizo llorar...

Y entre lágrimas, en la penumbra de las horas del amanecer, desperté de mi pesadilla y queriendo abrir los ojos, fui volviendo a la vana consciencia de esta vana realidad. 
La televisión, que había peramanecido encendida toda la noche, retransmitía un famoso reality la ciudad volvía a despertarse entre despertadores de sueños, de esos sueños hermosos que todos deseamos tener. Y en algún lugar no sé donde, entre el cielo y la tierra, seguía sonando una bella canción que me invitaba a seguir bailando con la más hermosa realidad. 

Juan Ruiz

martes, 8 de marzo de 2016

SOBRE IGUALDAD DE GÉNERO...




No sé si alguna vez habéis visto la seria “El ministerio del tiempo” pero me gustó el capitulo en el que Cervantes pudo comprobar cómo El Quijote se había convertido en un referente literario  y traducido a todos los idioma posibles para facilitar su lectura. Solo había que ver la cara de Pere Ponce, actor que interpretó a D. Miguel, para imaginarnos como debe sentirse alguien cuando descubre siglos después cómo su obra sigue manteniéndote vivo de alguna manera.

Y viendo esto me dio por pensar en la cara que pondría Clara Zetkin, mujer que propuso la celebración del día de la mujer, si hoy despertara y viera algunas de las reivindicaciones que se realizan en nombre de la igualdad. Lo de la paridad de los semáforos lo podríamos dejar para el final si queremos que la buena señora nos dure resucitada al menos 10 minutos, y si ya hablamos de lo de desnudarse o sacar en procesión los genitales femeninos…

A lo largo de los años se han promovido avances importantes, aunque no definitivos.  No vivimos en la panacea de la igualdad, ni hay que echar demasiado la vista atrás para recordar que mi propia madre no tenía derecho a tener una cuenta bancaria propia. Igualmente, hoy por hoy, hechos tan normalizados como ser madre, siguen siendo temas que más de una decide retrasar por el tema laboral.

Cada día, a través de mi trabajo compruebo cómo la pobreza sigue teniendo en la mayoría de las ocasiones nombre de mujer. Viendo las noticias encuentro que por no ser hombre hay quien debe andar un paso por detrás. Cómo los esfuerzos por la educación, la sanidad y el reconocimiento laboral son aún más privilegios que derechos asumidos en muchas partes de este mundo nuestro.

Pero también veo que son muchas las que no se conforman ni se resignan a la “mala suerte”. Quienes pagan con su propia vida los avances para otras, quienes siembran sabiendo que serán otros los que recojan. Y escribo otros porque esto de la igualdad no debe ser cosa de género. La igualdad pasa por el reconocimiento de la diferencia que enriquece, por asumir que las capacidades y habilidades no vienen con el pan que, bajo el brazo dicen algunos que vienen los niños, sino que se van conquistando a lo largo de la vida.

Y todas estas acciones requieren de la publicidad que la mayoría de las veces no se posee; que  esto quizás no lo cambia todo, pero al menos enciende una luz para que no sigamos a oscuras en la ignorancia.

A mí eso de que me feliciten por ser mujer… pues tampoco es que yo me haya esforzado mucho en ello, ni creo que sea un mérito eso de tener un cromosoma distinto al de los hombres.  Yo aprendí de un hombre, mi padre, a luchar por lo que quiero, a no conformarme con menos de lo que merezco, a tomar conciencia que lo que uno avanza no se convierte en un triunfo si no se hace acompañado. Y es por ello que me gusta este fragmento de un texto que ha compartido Miguel Ángel Mesa: Felices las mujeres que tienen a su lado hombres que luchan con ellas contra el machismo, por la igualdad de derechos, que sienten y lloran ante sus sufrimientos y se alegran y festejan sus victorias con las sonrisas que iluminan su horizonte común, compartido.

Porque esto no es una guerra de unas contra otros, sino una conquista de todos, de una ternura humana, que moviéndose entre el cielo y la tierra, transformará el mundo.

Palmira Blanco

jueves, 3 de marzo de 2016

35 RAZONES, MILES DE MOTIVOS






Ante la multitud de regalos que he ido recibiendo, me animo a escribirte para agradecerte cada detalle.

1.       Gracias por los míos. A veces, cuando no me siento merecedora de tanto, creo que te equivocaste de destinatario; yo he tirado el recibo por si a alguien le da por reclamar algo…

2.       Por cada paso andado, incluso los dados en falso, que fortalecieron la musculatura de mis ganas.

3.       Por mis amigos, los de siempre, emperrados en seguir aquí, siendo nosotros.

4.       Por los que llegaron después y se mantienen con sus virtudes y mis defectos.

5.       Por cada persona que me hace creer en algo…en todo… y en que puede y debe ser mejor.

6.       Por aquellos que me recuerdan quien soy cuando nos quitamos las caretas.

7.       Por los que me piensan y sonríen.

8.       Por esos que son mi casa, mi hogar y mi descanso.

9.       Por aquellos que me hacen deshacer mis siempre y mis yo nunca.

10.   Por cada te quiero lleno de motivos.

11.   Por cada beso, los primeros de prueba, los siguientes de ensayo y los que saben a gloria.

12.   Por los abrazos donde encontrarme cuando ando perdida.

13.   Por todas las promesas cumplidas.

14.   Por la complicidad, que no necesita decir nada para contarlo todo.

15.   Por cada sonrisa sincera que llenó el vacío del corazón abandonado.

16.   Por la ternura, que entre algodones vino.

17.   Por los suspiros que me vaciaron pero limpiaron mi alma.

18.   Por aquellos regalos que no me llegaron porque hubo quien no quiso dármelos.

19.   Por cada perdón que quizás no merecí.

20.   Por los silencios que consiguieron dejarme sorda.

21.   Por la sordera ante el qué dirán.

22.   Por las instrucciones para volver a juntas las piezas cuando me rompí por dentro.

23.   Por esas mirada donde metimos todo un universo.

24.   Por cada pulso que me echaste, sobre todo por las veces en las que te pude.

25.   Por cada verdad que no necesitó de lazos ni papel de regalo.

26.   Por cada emoción que me invadió sin apenas pedir permiso.

27.   Por las historias que quisieron convivir conmigo.

28.   Por ese espejo en el que consigo mirarme a veces, cuando se me olvida mi propia imagen.

29.   Por el frio que me provoca pensar en los que se fueron, por el calor que me ofrecen los que se quedaron.

30.   Por la imprudencia que hizo que no me quedara con las ganas.

31.   Por las batallas que decidí no pelear, porque en ocasiones una retirada a tiempo es un triunfo mental.

32.   Por tantas preguntas que no encontraron respuestas correctas pero sí adecuadas.

33.   Por todas esas cosas que llenan mi vida cada día aunque no me dé cuenta.

34.   Por esas veces donde el corazón pudo más que la razón.

35.   Por el hoy, el aquí y el ahora…

En relación a los que me hicieron daño, espero que tengas el ticket regalo porque van de vuelta…

Ah, y por el Amor, ese que me acompaña siempre entre el cielo y la tierra, gracias, MUCHAS GRACIAS