A lo largo de la semana pasada,
varias fueron las actividades que se fueron desarrollando en torno al Día del
Libro, que tendría su celebración el sábado 23 de abril.
Yo sigo siendo fiel al libro de
papel, con pastas duras, o de bolsillo. Comprarlo, abrirlo y notar ese “olor a
nuevo”. Es una alegría comprobar cómo muchos siguen optando a este tipo frente
al e-book, y ojo, que yo no tengo nada en contra de las nuevas tecnologías,
pero como que no es lo mismo.
Soy bastante asidua a la lectura,
de casi todo tipo, y digo de casi porque en la parte que no quedan las
trilogías llevadas al cine o a la televisión y los libros de autoayuda. Más que nada
porque ayudar, ayudan poco.
De todo lo que he leído, además
de aprender cosas de las que no sabía, y saber sobre qué cosas no me apetece
nada aprender, he comprobado cómo muchos saben poner en palabras miles de
emociones por las que todos hemos pasado alguna vez. Cómo sonríes cuando asientes con la cabeza y
vas diciendo “verdad, verdad, cuánta razón…” Y cuando descubres esas letras que
te hubiera encantado que alguna vez alguien te hubiera dedicado, o simplemente
asumes que esas cosas también las has despertado tú en alguien. Porque si descubrir
que algo se mueve por dentro con tus miles de historias es estimulador, cuando
sientes que tú eres el motivo de ese movimiento en los relatos de otros, asumes
que de eso también va la felicidad.
Y eso me ocurre con el poema de
Goytisolo “Palabras para Julia”. No soy yo, pero saber que hay quien nos ha
pensado así, es una sensación para la que no se han establecido adjetivo alguno.
Os lo regalo para que vayáis asintiendo con la cabeza.
"Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso."