¿Alguna vez os han pedido que os
defináis?
En una entrevista de trabajo, en un curso de estos que están tan de
moda sobre habilidades sociales… normalmente cuando a uno le toca hacer algo
así presenta una mezcla de grandes virtudes y algún que otro defectillo, pero
sin pasarse, que no hay necesidad de señalar lo evidente.
Y en esas estamos unos servidores
en estos momentos, en definir y presentaros este proyecto que hoy inicia su
andadura. “Entre el cielo y la tierra” es fruto de muchas conversaciones donde
se habla de todo sin concretar nada, de un deseo de hacer algo que nos divierta
pero que también pueda despertar alguna curiosidad entre alguno lectores, o entre
unos cuantos millones de seguidores, será por pedir…
Un proyecto que no espera nada
pero que lo desea todo, porque de eso va la vida, de subidas y bajadas, de
rozar el cielo con los dedos pero sin despegar mucho los pies de la tierra por
eso del vértigo. Estar en las nubes, imaginando,
inventando, aspirando y soñando con cosas nuevas, realidades distintas; y digo
distintas que no mejores porque lo mejor
no siempre nos hace felices.
Y el cielo, nuestro cielo, irá de eso, de la
felicidad. De esas personas que hace que nuestros labios se vayan arqueando
hasta sonreír, de hechos que nos hacen volver a confiar, de experiencias que nos hacen sentir vivos y no solo por respirar que
es un hecho que se realiza de manera inconsciente. Y mirar desde el cielo, no
con pretensiones de superioridad, sino porque desde arriba se consigue una
mayor perspectiva de la realidad, de toda ella. Intentaremos no juzgar, pero sí
opinar claro! Si no, ¿para que tener un blog si no es para hablar de todo
aunque no tengamos ni idea? Este es uno de esos defectillos que uno no revela
en una presentación inicial verdad? Pero
si otra cosa pasa en el cielo es que no vamos a pretender ser lo que no somos,
porque lo único que se consigue con eso es hacer el ridículo… y que sensación
más desagradable, ¿no os parece?
Y la tierra, esta tierra nuestra que tantos quebraderos de cabeza nos da. Esta tierra repleta de historias, curiosidades, paisajes y personas en la que a veces estamos en cuerpo pero no en alma. Esta tierra que debemos conocer, analizar, criticar para mejorar y, por qué no, darle un toque de humor. También estaremos ahí, en la tierra que nos preocupa y en la que nos hace soñar. En la que a veces detestamos y otras, soñamos despiertos. Una tierra llena de historias que no dejemos dejar escapar...
Y
entre un lugar y otro queremos que estés tú, dejándonos llevar por nuestra parte más tierna
o sacando las garras cuando sea necesario o lo consideremos oportuno, que ser
buenos puede ser de lo más aburrido… y porque si nada es blanco o negro, nada
está arriba o debajo de nuestra mirada, sino que a veces no nos queda otra que
agarrarnos de la mano con nuestras dos verdades para evitar marearnos. Sitúate donde te sientas en este momento, saca de tu interior ese angelillo que te aconseja de la mejor manera pero tampoco te olvides de ese pequeño diablo que te anima a ser tú mismo...
Sea como sea, ¡pongámonos cómodos que la aventura no ha hecho más que
empezar!
Adelante...