jueves, 15 de diciembre de 2016

MI REGALO








Hace ya algunos años me tocó presentar a la otra parte de este blog que en breve cumplirá un año. Quizás no hayamos sido los más constantes o serios con el desarrollo de este proyecto, pero las cosas que se hacen con gusto y para disfrutarlas no necesitan de tanto calendario y organización. Y así es nuestra amistad, algo desordenada y hecha de trazos de improvisación, y como dije en aquella ocasión tan importante, en la vida nos cruzamos y hasta nos chocamos.
He podido releer ese texto y creo que ahora, un tiempo después, no cabría hacer muchas aportaciones, no porque haya poco que decir sobre él, ni porque ya se dijera todo en aquella ocasión; simplemente porque hay situaciones y momentos que no se describen, y si lo hacen siempre se queda algo sin detallar.
Cómo se explica cuando miras a alguien y te ríes y el otro te comprende. Cómo hacemos para expresar que no siempre necesitamos de miles encuentros o mensajes constantes, sino que la confianza de que el otro está ahí para ti es más que suficiente.
Cuando tomarse una caña, café y copa es solo un accesorio para compartir la vida, la tuya, la mía, y la que es nuestra. Cuando celebrar tus triunfos los convierte un poquito en míos, cuando los que yo consigo se hacen más grandes y mejores si  puedo celebrarlos contigo.
Será que hoy, desde la distancia, esa aliada nuestra que ha hecho madurar nuestra amistad, festejo tu cumpleaños. Que este año nos faltará ese amigo que no es tan invisible, que la mañana de Noche Vieja será un poco más triste, que las confidencias, deseos y sueños tendrán que esperar a que volvamos a encontrarnos. Que  desearte lo mejor podrá parecer solamente una anécdota cuando ya sabes que no cabría esperar otra cosa.
Que cumplas muchos más, porque recién esto comienza. Que no se si lo mejor está por venir, pero que lo bueno ya lo hemos probado y ojala que se repita entre el cielo y la tierra, siempre, o al menos, todavía. 

                                                                                                        Palmira Blanco