martes, 15 de agosto de 2017

ESTAR A GUSTO




El sábado se casó mi hermano, y bueno, me tocó dedicarle algunas palabras que hoy comparto. Porque no hay nada mejor que retomar este proyecto que hablando de AMOR.


Hace un par de semanas el testigo me escribió para ponernos de acuerdo sobre cómo hacer esto de “decir unas palabras”. Yo le planteé que lo más fácil sería que él escribiera sobre la novia y que yo lo haría sobre el novio, que para eso es mi hermano. Entonces me dijo algo así como, “vale, voy a ver como les hago comprender que ella  quiera casarse con alguien como él”.

Y bueno, aunque haya alguna que otra razón que yo no pueda expresar, creo que básicamente lo hace por amor, y el amor no se razona ni se explica ni se justifica. Hay mil formas de querer, y ahí de aquel que intente decir que hay alguna que no es válida. Que cada una, entre amigos, hermanos, familia y pareja nos sorprende y nos hace conocernos mejor. Porque para saberlo todo de ti mismo no hay nada como dejarse mirar por alguien que te quiere de verdad. Porque, a quien de los presentes no les han dicho alguna vez, si te conoceré yo…y sobre todo las madres cuando nos dicen “como que te he parido”.

Encontrar a esa persona que te ayuda a ser tú mismo, porque oye, no siempre resulta tan fácil como parece. Hay montones de canciones o poemas que hablan del amor, pero si le quitamos todos esos adornos, creo que el amor no es más ni menos que estar a gusto con alguien, muy a gusto. Y con mi hermano es bastante fácil sentirse así. Os lo digo yo, que hasta compartí el vientre de nuestra madre. 

Él que lo hace todo sencillo, espontaneo hasta la sorpresa, y divertido hasta que a uno le duele la barriga. Porque si uno puede hacer algo con mi hermano es reírse y mucho. 
Lo deja todo para el último momento y se piensa las cosas mil millones de veces. Sincero como los niños, honesto y muy fiel, se pone muy nervioso cuando tiene que mentir y cuando alguna verdad a medias pueda suponerle daño a otra persona. 
 
Mi hermano y mi mejor amigo, porque si a la familia te la dan y a los amigos los elijes, yo tengo la suerte de tenerlo todo en el mismo pack. Con quien puedo contar siempre porque jamás ha tenido excusas o un no para mí. Lo mismo me pidió que hoy dijera algo porque sabe que con él no puedo negarme aunque me pueda la vergüenza, porque entre los dos no hay negativas.
El mejor guardando secretos y diciendo “no te agobies por eso” aunque él lo haga hasta cuando le duele el dedo pequeño del pie. El que levantando una ceja o una leve patadita debajo de la mesa te avisa que la va a liar, porque otra cosa que se le da de lujo es provocar que los demás se cabreen.

Cuando una pareja lleva tanto tiempo junta, compartiendo promesas cumplidas y deseos que se van haciendo realidad, es bastante complicado decirles eso de que os vaya muy bien en vuestra nueva vida, que el compromiso que asumís hoy os dure para siempre. Porque si algo saber hacer esta pareja es estar comprometida. No dejar que la rutina les arruine lo extraordinario que tienen.

Ellos no celebran un cambio de vida, sino que comparten y festejan que, a pesar de los momentos difíciles, ellos deciden estar y seguir juntos.  En todas las relaciones hay momentos en los que uno pones más y en los que uno siente que el otro pone menos. Pero hay momentos mágicos en los que la balanza se equilibra. Y son esos instantes los que hacen que uno apueste y se la juegue. Cuando lo apuestas todo, cuando no te reservas nada, cuando eliges amar para ser feliz, hace que uno celebre no conformarse con menos. Y es genial cuando puedes celebrar que lo tienes todo, que has encontrado y te has dejado encontrar por esa persona que te hace estar y sentirte muy a gusto.