martes, 26 de abril de 2016

DE LO QUE UN DÍA YO ESCRIBÍ



A lo largo de la semana pasada, varias fueron las actividades que se fueron desarrollando en torno al Día del Libro, que tendría su celebración el sábado 23 de abril.
Yo sigo siendo fiel al libro de papel, con pastas duras, o de bolsillo. Comprarlo, abrirlo y notar ese “olor a nuevo”. Es una alegría comprobar cómo muchos siguen optando a este tipo frente al e-book, y ojo, que yo no tengo nada en contra de las nuevas tecnologías, pero como que no es lo mismo.
Soy bastante asidua a la lectura, de casi todo tipo, y digo de casi porque en la parte que no quedan las trilogías llevadas al cine o a la televisión y los libros de autoayuda. Más que nada porque ayudar, ayudan poco.
De todo lo que he leído, además de aprender cosas de las que no sabía, y saber sobre qué cosas no me apetece nada aprender, he comprobado cómo muchos saben poner en palabras miles de emociones por las que todos hemos pasado alguna vez.  Cómo sonríes cuando asientes con la cabeza y vas diciendo “verdad, verdad, cuánta razón…” Y cuando descubres esas letras que te hubiera encantado que alguna vez alguien te hubiera dedicado, o simplemente asumes que esas cosas también las has despertado tú en alguien. Porque si descubrir que algo se mueve por dentro con tus miles de historias es estimulador, cuando sientes que tú eres el motivo de ese movimiento en los relatos de otros, asumes que de eso también va la felicidad.
Y eso me ocurre con el poema de Goytisolo “Palabras para Julia”. No soy yo, pero saber que hay quien nos ha pensado así, es una sensación para la que no se han establecido adjetivo alguno. Os lo regalo para que vayáis asintiendo con la cabeza.

"Tú no puedes volver atrás

porque la vida ya te empuja

como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir

con la alegría de los hombres

que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada

te sentirás perdida o sola

tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán

que la vida no tiene objeto

que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás

como a pesar de los pesares

tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer

así tomados, de uno en uno

son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti

cuando te escribo estas palabras

pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás

tu futuro es tu propia vida

tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas

que les ayude tu alegría

tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti

como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino, nunca digas

no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás

como a pesar de los pesares

tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección

y este mundo tal como es

será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte

nada más pero tú comprende

que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso."

No hay comentarios:

Publicar un comentario